La Cofradía de la Santa Cruz se caracteriza por la disciplina, el silencio y la compostura de todos los participantes en el cortejo durante su Estación de Penitencia.
El concepto de Cofradía de silencio es aplicado cada Miércoles Santo con naturalidad imperturblable: cada hermano que viste el hábito, que participa como monaguillo, acólito, librea, o porta a los Titulares en el paso, realiza un gran esfuerzo para que esto sea así.
Esa es nuestra penitencia y eso comporta una gran responsabilidad.